La infraestructura se refiere al conjunto de estructuras y sistemas necesarios para el funcionamiento de una sociedad o economía. Incluye las instalaciones físicas y los servicios básicos que permiten el desarrollo y la operación de actividades en diversas áreas, como el transporte, la energía, el agua, las telecomunicaciones y la sanidad. La infraestructura puede ser pública o privada y abarca desde carreteras y puentes hasta redes eléctricas y sistemas de saneamiento. Su calidad y disponibilidad son fundamentales para el crecimiento económico, la integración social y la calidad de vida de los ciudadanos. Una buena infraestructura facilita el acceso a servicios esenciales, impulsa la productividad y conecta a las comunidades, mientras que una infraestructura deficiente puede generar desigualdades y limitaciones en el desarrollo. En resumen, la infraestructura es la base sobre la cual se construye y opera cualquier actividad social y económica.
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